Así que el día 14 de Mayo esperé a que mi piloto saliese de trabajar a eso de las 15:00 y me encaminé a Irún bajo una intensa y persistente lluvia. Al menos tuve un pequeño paréntesis meteorológico al llegar para poder visitar un poco Hondarribia.
A la mañana siguiente me dirigí hacia Sant Jean Pied de Port lloviendo sin parar como no podía ser de otra manera.
Aunque parezca increíble, el paso del puerto de Ibañeta lo hice ¡¡¡nevando un 15 de Mayo!!!… ¡el tiempo está loco!.
En Roncesvalles pude hablar con unos cuantos peregrinos que estaban desesperados ante el temporal con el que se habían encontrado….
Y eso cuando aún no habían empezado el camino y aun les quedaban un montón de kilómetros y días por delante…
Menos mal que yo hice el camino en un solo día y a medida que avanzaba hacia el oeste el tiempo iba mejorando poco a poco…
Así que fui rodando con pocas paradas, solo en los sitios mas estratégicos del camino ya que mi piloto lo conoce de sobra puesto que lo hizo en el año 2000 en bici y en el 2002 en moto trail.
Es curioso ver como los peregrinos que van a Santiago utilizan medios de transporte de lo más curioso. Fíjate en este tractor con “caravana” que venía de los Países Bajos.
Después de dejar atrás Navarra y La Rioja me adentré en Castila-León con mucho mejor tiempo…
Y algunos sitios muy característicos del Camino…
Para entrar en Galicia con tiempo primaveral y llegar a Santiago a eso de las 21:00 con un sol precioso.
Por supuesto, mi pretensión no fue hacer el Camino como peregrina, sino recorrer en un día esta ruta tan interesante y popular para ir viendo cómo va evolucionando hasta llegar a convertirse en lo que es actualmente: un negocio.
Ya que estaba en Galicia no me resistí a darme un pequeño paseo por las Rías Bajas contemplando algunos de los hórreos típicos, en este caso el de Carnota.
Y, por supuesto, me acerqué hasta el fin del mundo, vamos, a visitar el precioso entorno del faro de Finisterre.
Para no pelearnos por las fotos, unas veces sale Santi en grande y yo en pequeño, y otras veces salgo yo en grande y el en pequeño.
Mientras preparaba este viaje me enteré de que existen cinco ciudades en el mundo que pueden celebrar el Jubileo, no solo es Santiago de Compostela como yo creía. Además, tres de ellas están en España: una es Santiago, la otra es Santo Toribio de Liébana, cerca de Potes en Cantabria, a donde me llegué una tarde de semana después de que mi piloto saliese de trabajar…
El edificio en si es precioso pero el entorno donde se encuentra es de postal.
La tercera ciudad es Caravaca de la Cruz, en Murcia…
Esta me pilla un poco más lejos, pero nada que un puente del Martes de Campo (festivo en Oviedo) no pueda solucionar… así que el viernes 21 me fui al Levante pasando por pueblecitos con encanto como Covarrubias, …
Santo Domingo de Silos,
Daroca,
O Motos, que no tiene nada especialmente bonito o turístico pero hay que reconocer que el nombre “atrae”.
Como me pillaba de paso, visité en profundidad precioso pueblo de Albarracín….
Al que la carretera atraviesa por un túnel.
Además de encontrarse situado en un bonito entorno…
Está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España, y tengo que reconocer que me encantó a pesar de que yo tuve que quedarme a las afueras mientras Santi lo visitaba a pie en lo que para el era su segunda vez aquí.
Continué viaje rumbo sur pasando por Teruel donde me hice una foto a la entrada de Dinópolis. Santi ya lo conoce y me dijo que estaba muy bien pero yo no podré entrar nunca.
Después pasé por Segorbe y su curiosa fuente de 50 caños cada uno de ellos dedicado a una provincia española.
Al final llegué al Levante un día después, con una visita obligada a la ciudad de las Artes y las Ciencias …
Después me encaminé hacia el sur siguiendo la costa a través de la Albufera…
Un sitio muy curioso que tenía ganas de visitar.
El siguiente destino fue el Faro del Cabo de la Nao..
Y después me dirigí hasta la Manga del Mar Menor…
Donde quedé muy decepcionada por la superpoblación que pude ver a pesar de que Santi me había advertido.
Pude comprobar que tan solo al final de La Manga había algo más de naturaleza y algo menos de arquitectura.
Finalmente abandoné la congestionada costa para circular por carreteritas secundarias del interior y llegar a la tercera ciudad Jubilar de España, donde me pude sacar una foto “casi en el santuario”.
Cumplido el “objetivo” del viaje, solo me quedaba dirigirme al norte aprovechando al máximo el recorrido, primero haciendo noche para visitar con tranquilidad Murcia.
Al día siguiente escogí carreteritas moteras…
Que me llevaron a través de bonitos pueblos…
A dar con uno al que le tenía muchas ganas por su particular historia: Ayna.
Se trata de un pequeño y encantador pueblo de Albacete que pasaría desapercibido…
De no ser porque allí se rodó una de las películas españolas más famosas, me refiero a Amanece, que no es poco.
Una película muy divertida donde los hombres crecían en la tierra…
Y que tenía un cierto toque motero ya que su protagonista llegaba en una Vespa con sidecar y un baúl con guitarra como todo equipaje.
Tarazona…
Cuenca,…
Y Guadalajara,…
donde di por terminado el viaje y enfilé hacia Oviedo directamente por autopista, abandonando las nacionales y comarcales.
Después de un mes dedicado casi exclusivamente a lugares religiosos, rematé el día 29 en una salida con las amigas a Covadonga para recibir la bendición de La Santina como manda la tradición por estas tierras.
Sino pregúntale a estos dos pequeños pilotos que no paraban de acosarme con sus máquinas miniatura.
